Esos edificios abandonados, siempre me parecen tan tristes y sórdidos, como fascinantes. Me fascina que las baldosas sean casi siempre lo que más perduran. ¿Quien habrá vivido ahí? ¿Que alegrías y dramas habrán ocurrido? ¿Cuantas personas habrán crecido o cuantos cocidos se habrán cocinado? Da mucho que pensar.
Esos edificios abandonados, siempre me parecen tan tristes y sórdidos, como fascinantes. Me fascina que las baldosas sean casi siempre lo que más perduran. ¿Quien habrá vivido ahí? ¿Que alegrías y dramas habrán ocurrido? ¿Cuantas personas habrán crecido o cuantos cocidos se habrán cocinado? Da mucho que pensar.
ResponderEliminarUn beso.